07 Sep ¿Hasta qué edad querés vivir?

Según la Organización Panamericana de la Salud, en el año 1900 la expectativa de vida era de 29 años. Hoy esa expectativa subió mucho y la gente vive hasta los 90. Entonces el planteo es: ¿Cómo querés vivir los siguientes años? Conozcamos qué hay que controlar y qué tratamientos se hacen para envejecer con una buena calidad de vida.

NUNCA SE ES DEMASIADO LONGEVO PARA ENVEJECER MEJOR

Por más años de oxidación, carbonilación, glicación, inflamación, simpaticotonías, genotoxicidad y afectación de los ejes hormonales que hayamos vivido, siempre hay situaciones que son pasibles de ser corregidas si tomamos las riendas de nuestra salud y nos ocupamos de la misma.
La Dra. Antonella Bravin, anestesióloga de la AAARBA y diplomada en Longevidad Saludable y Calidad de Vida, asegura que abordando y modulando estos escenarios, podremos envejecer inteligentemente. Ella está de acuerdo con su colega, el Dr. Campos, en que no hay soluciones mágicas, sino más bien “un trabajo personal de cuidado e inversión para el futuro, manteniendo nuestra coherencia biológica”.
Uno de los mitos que la Dra. Bravin se ocupa de aclarar es que no somos víctimas de nuestro destino genético y que las herramientas que tenemos las personas para dialogar con nuestro genoma son la nutrición y el movimiento. En todos los momentos de nuestra vida, alimentarnos bien y hacer ejercicio son lo que más necesitamos para asegurarnos mayor calidad de vida durante nuestra longevidad.

GÉNERO Y LONGEVIDAD

Hay dos puntos que atañen a las mujeres específicamente dentro de la longevidad saludable. Por un lado, la Dra. Bravin explica que “las mujeres, hasta la menopausia están protegidas por los efectos beneficiosos de los estrógenos, siempre y cuando no envejezcan en un escenario de dominancia estrogénica, o de inflamación crónica de bajo grado, que predispondrá a sufrir no sólo de una menopausia más sintomática, sino de un deterioro más acelerado”.
Por otro lado, la doctora explica los pilares de la medicina antienvejecimiento a tener en cuenta durante la gestación:

1. Ejercicio físico: como modulador epigenético, liberador de endorfinas, precursor de buen descanso, facilitador del contacto con la naturaleza.

2. Nutrición antiinflamatoria materna: repercutirá directamente en el crecimiento y desarrollo del niño en formación y crecimiento. Los niños que nacen con bajo peso tienen menos unidades filtrantes en el riñón, menor cantidad de islotes Beta en su páncreas, menos cantidad de fibras musculares en su corazón y serán mucho más vulnerables en su curva de envejecimiento. Los niños con sobrepeso heredarán diferentes grados de intolerancia a la glucosa y tendrán un genoma ahorrador sobre expresado. Y esto también lo pondrá vulnerable en su curva de envejecimiento. Y lo que hoy se sabe es que estos niños pasarán esa vulnerabilidad y esa tendencia inflamatoria crónica a las próximas, al menos, dos generaciones. El efecto de los 100 años, o el One hundred year effect hace referencia a las influencias epigenéticas dadas por la nutrición, que fluyen a través de las generaciones modulando la expresión fenotípica de nuestro código genético.

3. Descanso: como hizo ya referencia el Dr. Campos sobre los ritmos circadianos, y la importancia de respetarlos. El descanso físico y mental, evitando estresores sociales o laborales.

4. Detox: mantener el respeto por las fases de nuestro gran reciclador y detoxificador, el hígado, debe ser un gran aliado para transitar este momento.

5. Equilibrio metabólico y hormonal: el dismetabolismo, en la actualidad creado fundamentalmente por el síndrome de inflamación crónica de bajo grado, es un problema global de creciente impacto que necesita ser analizado y abordado. Estos niños serían la primera generación en la historia que podrían vivir más enfermos y morir más jóvenes que sus padres una vez adultos.

6. Suplementación: el ritmo de vida que llevamos en estos tiempos y el alto procesamiento que tienen los alimentos, los tóxicos ambientales, los disruptores endócrinos, la contaminación por metales pesados etc., hacen que sea imposible lograr incorporar los nutrientes que nuestro organismo necesita diariamente.

7. Salud emocional: mantener relaciones y vínculos sanos. Tranquilizar la mente.

Ante la pregunta sobre cómo afecta el uso de la tecnología en la futura longevidad de los nativos digitales, la Dra. Bravin asegura que “esta generación, altamente expuesta a dispositivos electrónicos, con la radiación azul y electrosmog que emiten, tienen una mayor tendencia al sedentarismo, dismetabolismo y niveles aumentados de estrés, nutrición deficiente basada en procesados y ultraprocesados, menos tiempo de contacto con la naturaleza y menos exposición a estresores que generan hormesis (como el frío o calor de manera controlada), etc.
Estas situaciones no tienen coherencia con nuestra biología, y es por esto que el cuerpo buscará puntos de ajuste para adaptarse. Sin duda nuestros hijos tendrán una longevidad diferente, salvando que cambien sus escenarios o hábitos”.

LONGEVIDAD Y ANESTESIOLOGÍA

Algunos de los conocimientos que trae la medicina de la longevidad saludable son muy útiles para la anestesiología, justamente porque los pacientes que controlen previamente sus escenarios (metabólico, hormonal, etc), como así también su reserva adrenal, tendrán un mejor estado de salud, disminuyendo así las comorbilidades del perioperatorio. “Además de escenarios de mucha inflamación, los pacientes que llegan a una cirugía con baja reserva adrenal de cortisol por estrés o por procesos crónicos, son los que tendrán postoperatorios más prolongados o complicados”, explica la Dra. Bravin.
Cuando anestesiás a un paciente, ¿hay que tener en cuenta la edad del DNI o la edad biológica?, le preguntamos.
“¡Gran pregunta!”, respondió ella. “La edad que figura en el DNI o edad cronológica no siempre coincide con la edad biológica, que es la real, y definitivamente esa sería la que tendríamos que mirar”.

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Por María Eugenia Piaggio – Fuente: https://revistaconanestesia.org/2023/09/06/hasta-que-edad-queres-vivir-parte-2/